No podemos discutir lo grande que fue el Imperio Romano.
Fueron grandes ingenieros, estrategas, tuvieron uno de los mejores ejércitos…
Y construyeron una ciudad reconocida mundialmente.
Pero oye, que aquí no nos quedamos cortos.
En el siglo X, Córdoba tenía entre 400.000 y 1 millón de habitantes.
Más que Roma o París.
Contaba con iluminación en las calles, alcantarillado, bibliotecas y baños públicos, cuando muchas ciudades europeas aún eran medievales.
Es más, llegó a tener cerca de 70 bibliotecas.
Para que te hagas una idea, en la actualidad, Málaga capital tiene cerca de 600.000 habitantes y solo hay 18 bibliotecas y 1 bibliobús…
Así que la riqueza de Córdoba es innegable.
Bueno, y no hablemos de su centro histórico, la Mezquita-Catedral, o los restos de Medina Azahara.
Solo con eso, ya se hace muy interesante su visita.
Pero si se hace en compañía y con todo organizado, todavía mejor.
Así sales de casa, ves sitios diferentes y conoces a gente nueva.
Algo que te puede llenar mucho personalmente.
Sobre todo por el hecho de estar varios días compartiendo un viaje con otras personas que, de entrada, tienen el mismo interés que tú: ese mismo destino.
Es más, casi siempre alguien me dice que ha hecho muy buenas migas con alguna pareja, un grupito de amigos…
Al final estás compartiendo muchos momentos con otras personas y las conversaciones surgen solas.
Es algo normal.
En caso de que quieras compartir estos momentos. Aquí abajo:
¡Un abrazo!
PD: Incluye almuerzo bufé especial en el restaurante El Artista con espectáculo incluido. Una maravilla.